lunes, 13 de julio de 2015

EL CHAMANISMO DE LOS PRIMEROS PUEBLOS NATIVO AMERICANOS


Desde el primer contacto de los blancos con los pueblos nativos de América del Norte, nada ha intrigado a nuestras mentes occidentales que el gran misterio de chamán nativo americano (Medicine Man). Mientras que el chamanismo ha existido en diversas formas en casi todas las culturas a lo largo de la historia, lo cierto es que aún sabemos muy poco acerca de los notables poderes de los chamanes. Lo que está claro, es que se origina en lo profundo de la psique humana.

Se trata de la capacidad de entrar "a voluntad" en un estado alterado de conciencia con el fin de obtener el apoyo de entidades espirituales. Estos, así como su asistencia, manifiestan de maneras misteriosas.


El chamanismo norteamericano es único, ya que sólo ha sido mínimamente afectada por las grandes religiones del mundo, que no es el caso del chamanismo Europeo, Asia y África, que son a menudo de connotaciones taoísta, cristianos o budistas. El chamanismo de América del Norte, por su parte, se mantuvo básicamente el mismo desde hace milenios. Esta práctica ancestral es quizás una de las más puras y más potente existente en la actualidad. Apenas sobrevivió al ataque de la civilización y persecuciones de la Iglesia y el Estado. Pero hay muy pocos chamanes verdaderos, y la mayoría de ellos viven aislados, dispersos a lo largo de las carreteras en las reservas. No se ven afectados por el mundo exterior, y discretamente alivian  con la mayor humildad a quienes los consultan.
 
El tamaño mismo del continente y la variedad de grupos culturales hace imposible abordar tantos aspectos del chamanismo o de las enseñanzas sobre la medicina como existen aquí. Aunque todos los pueblos indígenas de las Américas descienden de ancestros comunes que atravesaron el estrecho cuando el continente estaba unido a Asia, las múltiples y diferentes culturas poseen sus tradiciones diferenciadas.
Comentaremos en primer lugar las prácticas de tres tribus: una situada a la orilla del mar en el noroeste, otra perteneciente a las culturas de las Grandes Llanuras, y otra de los profundos bosques del noreste. Para muchos occidentales, la medicina nativa americana es sinónimo de chamanísmo. Términos como la búsqueda de la visión, el ritual del Inipi o, de la cabaña para sudar, y la danza del Sol circulan libremente. No obstante, una de las primeras cosas que se han de decir sobre el chamanismo norteamericano es que el uso de la palabra chamán puede ser inapropiado, especialmente entre los miembros de las tribus de las primeras naciones.
 
Los llamados primeros pueblos poseen un conjunto de creencias y prácticas muy diversas, muchas de las cuales pueden denominarse chamánicas, aunque quienes las practican nunca usarían esta palabra. En cambio títulos como guardianes de la tradición, gente medicina, cantores del espíritu y curanderos tradicionales pueden encontrarse en la mayoría de las unidades tribales.

Aunque hay una amplia variedad de prácticas individuales diseminadas por el continente, las bases no son muy diferentes, de modo que si bien perdemos algo al no tener la oportunidad de estudiar cada unidad tribal con detalle, el cuadro general es fiel a la comprensión más amplia de esta rica herencia.


La gente medicina de Norteamérica a menudo se junta en grupos conocidos como Sociedades Medicina. Los chamanes individuales practican por su cuenta, pero la mayoría de ellos pertenecen a alguno de estos grupos, que ofrecen apoyo mutuo y organizan los múltiples y complejos rituales que gobiernan las vidas diarias de la gente. Está claro que las leyes éticas y las prácticas de las Cinco Naciones fueron estudiadas cuando se redactó la Constitución de los Estados Unidos, y parte de su filosofía se incorporó a ella.
En muchos casos, estas sociedades están diseñadas para permitir especializaciones. Por ejemplo, los Seneca, que forman parte de la nación Iroquesa y por tanto una de las cinco naciones originales que viven en la región noreste de Estados Unidos, tienen una sociedad general de medicina animal que mantiene estrechos vínculos entre los humanos y los animales, tanto físicos como espirituales. También tienen grupos especializados como la Sociedad Águila, una de las más poderosas, que trabaja para devolver la vida a los que están al borde de la muerte, y realizan poderosas y complicadas danzas con trajes emplumados. 

También está la Sociedad 0so, que trata de curar enfermedades específicas; la Sociedad Nutria, que se centra en la magia de las mujeres y trabaja principalmente con el agua, y la Sociedad Bisonte, que danza, canta y prepara un plato curativo hecho con carne de bisonte. La misma tribu también posee una Cantadora para los Muertos, que siempre es una mujer y trabaja al servicio de quienes tienen sueños inquietantes enviados por sus antepasados difuntos. Además, también existe la Sociedad del Falso Rostro, que trabaja por medio de elaboradas máscaras divididas en cuatro grupos:

Máscaras de portero o de doctor, máscaras de baile, máscaras de mendigo y máscaras secretas.

Las máscaras de doctor se usan durante los rituales de curación, las de mendigo en ceremonias para solicitar la curación a los espíritus, y las máscaras de danza para las ceremonias de baile. Las máscaras secretas solo se usan en ceremonias privadas que no están abiertas al público y se consideran las más poderosas.

La mayoría de estas sociedades son extremadamente jerárquicas, y se juzga a cada uno de sus miembros por sus habilidades y especialidades. Los ojibwa, por ejemplo, reconocen cuatro tipos de disciplina curativos: el tcísaki, o adivino masculino; el nanandawi, o doctor tribal; el wabeno, u «Hombre del Cielo del Amanecer», que manipula el fuego a fin de interpretar sueños, guiar novicios y curar a los enfermos, y el meda, o curandero de familia.

RITUALES, JERARQUÍA E INICIACIÓN

Los rituales para afiliarse son rigurosos e intensos, y están diseñados para que cada candidato manifieste su máximo poder. En la Sociedad Midewiwin de los ojíbwa, quienes muestran aptitudes para curar con plantas o tienen otros dones curativos, son sometidos a los espíritus (Manitou) para que los pongan a prueba. Si pasan la prueba —generalmente recibiendo un sueño de los espíritus—, son admitidos al nivel más bajo de la sociedad, y tiene que ir ascendiendo ocho niveles, cada uno de ellos más poderoso y secreto. En las últimas etapas del proceso, el iniciado se tumba en el suelo y se le colocan una variedad de conchas sobre el cuerpo, que tienen la finalidad de enfocar el poder de Manitou en el chamán y ofrecerle protección ante los ataques de los espíritus malignos. Mientras el candidato está tumbado en el suelo, los profesores le disparan simbólicamente en las áreas del cuerpo donde ha sido invocada esa protección. Si el iniciado muestra señales de estar herido, ha fracasado en la prueba; pero si permanece inmóvil y continúa su viaje por el mundo de los espíritus, al final será considerado un chamán plenamente capacitado.
 
LA CABAÑA PARA SUDAR
(RITUAL DEL BAÑO DE VAPOR)

 
La práctica de meterse en un espacio cerrado a sudar es común a muchos pueblos del mundo, y en la mayoría de las sociedades tradicionales esto se convierte en una disciplina espiritual. La cabaña o lugar cerrado, que a menudo es una estructura temporal hecha con palos curvos, se calienta introduciendo en ella rocas calentadas en un fuego que se hace fuera. Estas rocas se ponen en el centro de la cabaña, y las personas que van a sudar se sientan alrededor. En algunas culturas se fabrica una estructura permanente de piedra, como el "teach an allaís" de los irlandeses, que todavía se usaba a comienzos del siglo XIX. las cabañas se calientan dejando caer las piedras al rojo vivo en un cuenco de agua para producir vapor.
 
En Norteamérica, en el típico ritual, el intenso calor hace que la piel exude sudor, y esto tiene el efecto de limpiar el cuerpo de impurezas, y alivia el dolor reumático u otras enfermedades; pero su efecto sagrado es la humildad que produce en quien suda, que se dedica a rezar durante la ceremonia. En la mayoría de las sociedades tradicionales americanas este baño de vapor es una herramienta para la disciplina espiritual. La mayoría de los usuarios entran en una actitud de oración, sabiendo que todos están sentados en el mismo estado de humanidad básica y que están frente a una fuerza espiritual más grande que cualquiera de ellos. Incluso en la evolución moderna de la cabaña a la sauna de los países escandinavos, este aspecto sagrado del sudor no se olvida, y existen protocolos que marcan la conducta adecuada a fin de que los espíritus de la cabaña para sudar no se sientan insultados.
 
Los primeros observadores de esta práctica en algunos lugares de Norteamérica comentaron sus propiedades curativas y purificantes, pero, como ninguno de estos exploradores la experimentaron por sí mismos, pocos comprendieron la importancia sagrada de su función.
 
Cuando quienes querían controlar a los pueblos de las Cinco Naciones entendieron esto, prohibieron la cabaña para sudar, e incluso la policía india prohibió a la tribu sioux entrar en ella. En 1979, cuando la religión nativa americana fue reinstaurada oficialmente como una vía espiritual legítima, este ritual quedó plenamente integrado en la vida de las reservas, y se está extendiendo por todo el mundo como medio de preparación espiritual, curación y comunión. Los que entran en la cabaña, entran para rezar por los antepasados o por familiares que están pasando dificultades, por las situaciones del mundo, por el alivio de las enfermedades y así sucesivamente. Quienes han estado en prisión o han vuelto de la guerra entran para purificarse de la violencia que han visto. Los asistentes cantan rondas de oración mientras soportan el calor. Sufriendo por otros los que sudan esperan que sus oraciones sean escuchadas y que se despejen los obstáculos.

LA BÚSQUEDA DE LA VISIÓN
 
Entre los pueblos de las llanuras del centro de Norteamérica, las tradiciones y técnicas del chamanismo cambian un poco. Algunos comentaristas llegan a preguntarse si estos pueblos poseen realmente una tradición chamánica. No obstante, a pesar de las diferencias, existen suficientes pruebas que apoyan el hecho de que, en la mayor parte del continente norteamericano, las tribus participan en actividades chamánicas. A diferencia de las prácticas clásicas de Siberia y el Círculo Ártico, los chamanes y la gente medicina de las llanuras, como los Lakota o los Pies Negros, buscan la iniciación por el aislamiento, el ayuno y la meditación. Y la versión más claramente delineada de estas prácticas es la búsqueda de la visión.
 
La búsqueda de la visión es casi tan familiar para la terminología chamánica occidental como el viaje chamánico o los animales de poder. También se practicaba en otras culturas distintas de las nativas americanas.
 
Los pueblos Inuit emprendían rigurosas búsquedas de la visión, retirándose a las áridas extensiones árticas durante semanas seguidas, mientras que en Nepal los que buscaban la sabiduría podían quedarse durante días en una plataforma elevada entre los árboles. Este tipo de pruebas no siempre están relacionadas con convertirse en curandero, y pueden usarse, bajo supervisión, para permitir a los espíritus llevar curación allí donde se necesite.
 
El propósito de la búsqueda de la visión es permitirse contactar con los espíritus y recibir su guía, limpiar y armonizar el cuerpo, y descubrir una dirección personal o destino.
 
Frecuentemente, quienes emprenden un rito de tránsito tan poderoso y transformador se preparan para él durante meses. La mayoría de las búsquedas de la visión requieren hasta cuatro días para completarse, aunque algunas pueden ser más largas. En el caso típico tienen lugar en la naturaleza. La persona que la emprende elige un lugar para hacer su viaje, o bien el hombre o mujer medicina le dice dónde hacerlo y sus preparaciones.
 
A menudo esta misma persona dirige al buscador en todos los aspectos de la ceremonia, y provee apoyo y guía espiritual en el viaje.
 
El buscador se purifica en el ritual del sudor y luego es llevado al lugar designado para realizar su búsqueda. Allí permanecerá sin comer ni beber ni dormir durante entre una y cuatro noches, renunciando a todas las cosas que normalmente le sustentan y confiando enteramente en su fuerza espiritual interna. Durante este tiempo el buscador se centra en la guía que está buscando. Debe superar los deseos terrenales, afrontando su naturaleza humana para recibir la visión. Una vez completada la búsqueda de la visión, el viajero relata su experiencia al hombre o mujer medicina, que le ayudará a entender cualquier mensaje que haya recibido. Los efectos de la búsqueda de  la visión casi siempre son extremos. Los chamanes hablan de cambios en el cuerpo y en el alma que son para siempre.

Ciervo Cojo, de la tribu Sioux Lakota, describió así su visión:
 
"Oí el grito de un águila, alto y claro
Por encima de las voces de muchos otros pájaros".

 
Parecía decir: «Hemos estado esperándote.
Sabíamos que vendrías... Siempre
tendrás un fantasma contigo, otro yo».

 
Lame Deer: Seeker of Visions,
Jhon (Fire) Lame Deer
y Richard Enooss, 1972.

LOS ESPÍRITUS DEL TABACO

En buena parte de las Américas al tabaco se le considera una de las sustancias más potentes y poderosas. Se dice que el espíritu del tabaco toma la forma de pájaros o bestias, y los chamanes que trabajan de cerca con este espíritu tienen que aprender canciones, danzas y cantos curativos específicos.
 
Dependiendo del área, la planta se fuma, se masca, se esnifa, se toma en jarabe o se usa como un enema. Entre los indios de las llanuras y otros lugares se hacen ofrendas de tabaco a los espíritus en forma de tiras de tela de algodón, generalmente rojo, atado a los matorrales. Estas ofrendas se hacen en tiempos de dificultades o para solicitar la curación o la ayuda de los espíritus.
 
Estas experiencias pueden reconocerse fácilmente como chamánicas, y encontraremos muchos otros casos de fantasmas o seres espirituales que solo son visibles o audibles para el chamán en otras sociedades del mundo.
 
La riqueza y variedad de las tradiciones chamánicas de los pueblos de las primeras naciones los sitúa entre los más importantes para entender cómo funciona el chamanismo en la práctica. Estas tradiciones informan prácticamente de todos los aspectos de la vida diaria de los pueblos que han mantenido su identidad tradicional, y buena parte de esto se ha transmitido, a menudo sin notoriedad, a la visión del mundo de Estados Unidos.








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